Palabras, palabras, que cual trenes me llevan a conocer nuevos paisajes

viernes, 21 de septiembre de 2012

Disección de España


Hoy, 6 de septiembre, se reúnen en Madrid los gobiernos de Alemania y España, acompañados de un nutrido grupo de empresarios, donde hablarán seguramente sobre las condiciones para poder otorgar más ayudas financieras a España o a su sistema bancario. En ambas partes ha aumentado el interés en los últimos meses sobre los temas a tratar y en España se espera con expectación la decisión del Tribunal Constitucional alemán, que es crucial, del día 12, sobre la legalidad o no del rescate europeo y las obligaciones derivadas para los alemanes.

En Alemania aumenta la critica contra la supuesta "mentalidad de fiesta" de los españoles; en España los medios cada vez son más críticos con la supuesta dureza de la canciller Merkel. Pensamos que la situación es mucho más compleja que la que presentan ambos gobiernos y la mayoría de los medios. España no es Grecia, pero España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas.

España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones políticas. Para no perpetuar la crisis y endeudar a los españoles durante generaciones, el Gobierno español debe reformar a fondo la administración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control, sometiendo a referéndum el modelo de Estado. Este tema es la clave del futuro de España, porque las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público -234.000 millones frente a 118.000 el Estado en 2011-, excluyendo la Seguridad Social -23.000 millones-, y este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables.

Las verdaderas razones de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos -un 60 % de la población ocupada gana menos de 1.000 euros/mes-, pensiones demasiado altas -la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE- o pocas horas de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde Alemania. A España tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial o creatividad, pues tiene grandes pensadores, creativos, ingenieros, excelentes médicos y gestores de primer nivel.

La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio. En España no existe separación de poderes, ni independencia del poder judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, solo a los partidos que los ponen en una lista. Todo esto lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el desarrollo del país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse educación y sanidad.

Las ayudas para España, igual que para otros posible candidatos a ser rescatados, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados. En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en lugar de cerrarla; en Bankia 23.000 y el Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y además de forma tan extraña que despierta todo tipo de recelos. ¿Por qué se ha utilizado el dinero de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de la UE? Es lícito suponer que el motivo no es otro que las entidades financieras no quieren que la UE investigue sus cuentas.

Control estricto y duras condiciones. Grecia ha demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un control estricto y duras condiciones. Esas condiciones no pueden representar solamente recortes sociales o subidas brutales de impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la excusa de Europa. En España se tiene que hacer algo más que recortar gasto social, que de todos modos es mucho más bajo que en Alemania, y hay otros gastos infinitamente más relevantes que se pueden eliminar.

Además, los casos de corrupción resultan tan escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno solo puede llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado por personas tan increíblemente venales. La semana pasada el ministro de Industria, Soria -imputado también por corrupción urbanística en Canarias-, acusó en el Consejo de Ministros al ministro de Hacienda de favorecer descaradamente a la empresa líder de renovables, Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de estas energías, que reciben anualmente más de 7.000 millones de euros de subvenciones. Y Rajoy, al que entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo absolutamente nada.

No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a 17 regiones funcionando como estados independientes, con todos los organismos multiplicados por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del pueblo, con 200 embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000 coches oficiales o 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.

Y con esto se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no hay dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas conocidos la pasada semana son escalofriantes. El déficit del Estado a fecha de julio ascendió al 4,62% del PIB, frente a un déficit del 3,5% comprometido con la UE para todo el año (del 6,3% incluyendo regiones y ayuntamientos). Pero lo realmente inaudito es que España está gastando el doble de lo que ingresa. 101.000 millones de gasto a fecha de julio frente a 52.000 millones de ingresos, y precisamente para poder financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos, que no están en absoluto comprometidos con la consolidación fiscal.

El tema del déficit público es algo que roza la ciencia ficción y que ilustra perfectamente la credibilidad de los dos últimos gobiernos de España. En noviembre de 2011, el Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del PIB; a finales de diciembre el nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y que el déficit era superior al 8%, y que se tomaba tres meses para calcularlo con toda precisión. A finales de marzo se dijo que definitivamente era del 8,5%, y ésta fue la cifra que se envió a Bruselas. Dos semanas después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el Ayuntamiento de la capital igual…, por lo que el déficit era ya del 8,7%. Sin embargo, la semana pasada el INE dijo que el PIB de 2011 estaba sobrevalorado y, con la nueva cifra, el déficit era del 9,1%; dos días después, Valencia dijo que su déficit era de 3.000 millones más, o sea que ya estábamos en el 9,4% y las otras 15 CCAA y 8.120 ayuntamientos aún no han corregido sus cifras de 2011. Lo único que sabemos es que están todas infravaloradas. El déficit real de 2011 puede estar por encima del 11%, y en 2012 se esta gastando el doble de lo que se ingresa. Como dice el Gobierno de Rajoy, “estamos en la senda de convergencia”. Y es verdad… de convergencia hacia Grecia.

Claramente, la joven democracia española tiene todavía muchos déficits de representatividad y de democracia que deberían interesar muchísimo a la canciller Merkel y también a Europa, si queremos evitar una Grecia multiplicada por cinco y salvar el euro. Esto es lo que ha hecho posible el despilfarro masivo de las ayudas europeas, con una asignación disparatada de las mismas, a pesar de que estas ayudas han supuesto una cifra mayor que la del Plan Marshall para toda Europa.

Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y corrupto se destroce talento y creatividad y que ahora muchos jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania. Esa situación ha llevado a una distribución de riqueza que es de las más injustas de la OCDE. La antaño fuerte clase media española está siendo literalmente aniquilada. Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos países del norte de Europa, lo que hace que España sufra la peor crisis económica de su Historia. Es un sistema corrupto e ineficiente. La crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se deberían concentrar en la solución de esos problemas. En caso contrario, solo conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación durante varias generaciones.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Gentleman Jack, boy

Nighthawks 
Edward Hopper
1942 - Óleo sobre lienzo - 72,2 x 144 cm.
Instituto de Arte de Chicago - USA

¿Qué hago aquí, qué hago aquí..? Que importa....; da lo mismo. ¿Qué sitio mejor que un diner que flota a la deriva en la noche? La noche no habla; es en si misma silencio. Quienes la habitamos somos solitarios que nadamos en la madrugada rumiando miserias y caminando sobre el vacío; quienes tienen algo a que aferrarse quieren verlo y viven al sol. No tengo nada... Nada; ese es mi universo. Como esos dos...; ¡vaya jetas!, parecen buitres esperando devorar sus propios cadáveres. ¿Y ese?; lleva tanto tiempo tras la barra que si le dejan salir no sabría como vivir. Ha anidado ahí y tras ella otea a sus presas. Este es mi equipo: tres personajes vacíos.

Me atrajo el neón. Será porque hace poco que funciona. Su luz nos atrae como a las moscas; apenas prestamos atención a otra cosa. Tal resplandor en la obscuridad funciona como un imán de cuya fuerza nadie puede escapar; fuera reina lo tenebroso, que se retrae por la falta de claridad. La forma del local asemeja el cuerpo de un halcón con las alas recogidas, que se lanza despiadado hacia su presa, el corazón de cualquier perdido como yo; se proyecta en diagonal desde la puerta, como las líneas de la barra, hasta esa esquina redondeada, cual pico que vuela en busca de carne que desgarrar, dinamismo en estado puro, mientras que el interior actúa como jaula de zoológico dispuesta a atrapar tras sus rejas cristalinas a quienes transiten a su alcance.

Hace unos momentos giré la cabeza hacia la esquina.. Aquí todo es claro, fuera oscuro, vacío. La ciudad es hembra solitaria; nadie pasea en sus aceras, el tendero recogió el escaparate, y ni siquiera sé si hay alguien en el interior de esas casas de ventanas que gritan ausencia, cual cuencas de calavera. Claro y oscuro; ambos se apoyan y contrastan mutuamente lo que cada uno significa. Solo contemplando la luz sentimos el temor que produce su ausencia y únicamente perdidos en la negrura comprendemos la Luz. Tenemos tan poco brillo que necesitamos que nos deslumbre el neón. Brillo vital..; lo perdí hace tanto tiempo que ya no recuerdo cuando y como me abandonó. Por eso me sumerjo en este ambiente artificial,  pura claridad, que se derrama sobre la acera como una muralla que me defiende de la negrura de la noche y de la falta de vida del entorno callejero.

Cuando se bucea en la intimidad de un solitario se descubre que bastan cuatro pinceladas para describirme; todo lo que hay son líneas puras, colores planos, formas geométricas, luces intensas y sombras profundas. Sencillez y quietud; si, todo es estático, excepción hecha del pensamiento, de los sentimientos...¡Pienso, pienso sin saber bien qué!. Esta maldita jaula solitaria se diseñó para pensar; y para olvidar... O más bien para creer que se puede olvidar. ¡Qué engaño!; cuando caes en su trampa descubres que nada se olvida y te ahogas en tus propios sentires. Aquí estamos gente del oficio, profesionales del recuerdo y la frustración, a quienes acompaña el caballero de Tennessee de 80º.

Un día quisimos ser Knickerbocker's.. No es sencillo; es fácil entrar en la ciudad, pero no tanto que la ciudad entre en ti y te transforme. América es distinta; nunca tuvo reyes o tipos así que la dirigiesen. Te obliga a enfrentarte a ti mismo en lugar de girar desesperadamente la mirada en busca de quien pueda resolver tu problema. Y muchos no son capaces de superar la prueba, cruel combate contra la propia desconfianza y temores.

América es joven. Un gran pintor hablaría sobre ella en sus cuadros de una manera sencilla, con un estilo puro; no como esas imágenes llenas de matices, enormemente complejas en su composición que nos han contado la historia de pueblos viejos. Aquí la composición es extraordinariamente equilibrada: espacio de luz, espacio de sombra; punta de flecha, muro de calle y edificios que la contiene; personajes esenciales y nadie más; escenario central que atrae la mirada, entorno que lo envuelve en penumbra.. Y el vacío; o la soledad, que para el caso es lo mismo y hay genios que saben pintarlo.

¡Qué cosas!. Dejo vagar la mente y me pongo a filosofar. Quizá porque quise ser ....